En el año 2011, la Agencia Europea de Medicamentos y los Responsables de Seguridad del Medicamento de varios laboratorios, dieron a conocer algunas restricciones en el uso de medicamentos con derivados terpénicos, en forma de supositorios para niños y, por otra parte, en el uso de la metoclopramida para cortar vómitos.
En el primer caso, el fármaco es el Pilka en supositorios, y se contraindica su uso en menores de 30 meses o con antecedentes de convulsiones febriles o epilepsia por el riesgo de provocar convulsiones.
En el caso de la metoclopramida (Primperan) se contraindica su uso en menores de 1 año, y, no se recomienda el uso en niños y adolescentes de edades comprendidas entre 1 y 18 años, por tener mayor riesgo de reacciones extrapiramidales, es decir, convulsiones.
Puede ocurrir que, en los prospectos de estos medicamentos, tarden en aparecer estas restricciones, por lo que se continúan utilizando aunque existe el riesgo arriba mencionado.