Las otitis y las gotas locales

Con cierta frecuencia vienen a la consulta niños que han manifestado dolor de oídos, han sido atendidos y tratados, en principio, con gotas locales.
Me gustaría esclarecer un poco este tema.
Nos podemos encontrar con otitis externas y otitis medias. Unas afectan al conducto auditivo externo y las otras al oído medio.
Las primeras suelen darse en verano por el agua y la persistencia de humedad en el oído y las otras se ven más en invierno, en relación con infecciones de la viá aérea nasal.
Las otitis externas pueden evolucionar bien con un tratamiento local con gotas adecuadas.
Las otitis medias NO curan con tratamientos locales. Las gotas óticas NO atraviesan la membrana timpánica, da igual que lleven antibiótico, corticoide o lo que sea, NO entran al oído medio y, por lo tanto, no mejoran el proceso infeccioso.
Hay una variante en las otitis del oído medio, que son las otitis supuradas, donde se ha perforado el tímpano, y, en estos casos, las gotas podrían pasar al oído medio. Pero esto es un poco más complejo y es mejor que sea un especialista quien decida qué tratamiento efectuar.
Alguien podrá decir que el niño tenía dolor y al ponerle gotas se calmó, aún siendo una otitis media.
Es cierto, esto ocurre, a través de los años he visto indicar gotas de alcohol con agua (50 y 50%), aceite tibio, leche materna, y diversas gotas con analgésicos, corticoides, antisépticos y antibióticos. 
Me pregunto, entonces, ¿cual es el denominador común del alcohol, el agua, el aceite, la leche, etc,?
Todos son líquidos, líquidos que al entrar en contacto con un tímpano inflamado producen alivio. 
Pero no tiene sentido hacer un tratamiento de varios días con esas gotas, además disuelven el cerumen y dificultan la otoscopía para hacer un buen diagnóstico.
Se puede dar un analgésico por vía oral y ver la evolución. 
En síntesis, si no se trata de una otitis externa de piscina, mejor no poner gotas.